Siempre he pensado que un nuevo viaje, un nuevo lugar es una nueva aventura; una nueva aventura es una nueva experiencia y una nueva experiencia es una nueva enseñanza y eso es lo que fue nuestro viaje a la Zona del Pariaqaqa y nuestro intento por llegar a su cumbre.
Partimos el 27 de agosto con todas las ganas y el entusiasmo por saber cuánto antes lo que nos deparaba la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas. Lo había visitado hace algunos años con los amigos de AirePuro y quedé encantada con sus hermosas lagunas, riachuelos, nevados y claro también quede impresionada del frio que calaba hasta lo más profundo del alma, al punto de compararlo con una refrigeradora. Y este viaje era mi oportunidad de regresar a soñar con los ojos abiertos.
Arribamos cerca a las 6 am a puesto de control de Pachacayo dónde nos esperaban dos guardaparques de la Reserva: Miguel y Jacinto, dos personas naturales de Tanta, humildes, amigables, colaboradores y conocedores de cada rincón de la zona. Nos acompañaron durante los 2 días de nuestro periplo.
Nuestro amigo chofer nos dio el gran susto de que nos estábamos quedando sin combustible, pero felizmente no paso del susto. Continuamos hacía la Laguna Carhuacocha, pasando por cada criadero de truchas del SAIS Tupac Amarú y la hermosa Laguna de Huaylacancha.
Arribamos casi a las 9 am, descargamos las mochilas e iniciamos nuestra caminata hacía el campo base del APU Pariaqaqa, bordeando la Laguna Tullocotococha. Esa tarde algunos descansamos del viaje y aprovechamos para tomar sol, pues la tarde estuvo muy calurosa. En realidad el clima estuvo muy favorable casi nada de frio. El atardecer nos regalo un bello paisaje de contrastes naranjas, celestes y grises. Y ahí estaba el nevado sagrado de los Incas observándonos y esperándonos al día siguiente. En agradecimiento Jacinto realizó una pequeña ceremonia en honor al Pariaqaqa.
El plan para el día siguiente era salir a las 3 am hacía el nevado y el grupo de trekking saldría a las 6 am hacía Escalerayoc junto a uno de los guardaparques.
Los que íbamos rumbo al nevado, tomamos el camino del lado derecho de la quebrada, sorteando los caminos pantanosos. No peligrosos en esta época, pero mejor evitarlos para no mojarse las botas. La subida por la morrena fue un tanto larga, llegamos uno poco tarde al glaciar. La cumbre norte se veía tan cerca que fue difícil tomar la decisión de retornar sobre todo por la seguridad de las personas nuevas que integraban está expedición.
La Naturaleza, sabia como siempre, no deja de recordarnos que nunca terminamos de estar listos, que debemos de perseverar con la más honesta y humilde intención hacía ella y hacía nosotros mismos. El no llegar a la cima seguramente dejo un sabor amargo en algunos, pero lo intentamos hasta el final a pesar del cansancio. Lo más importante es que regresamos a casa sanos y salvos.
A pocos minutos de regresar al campo base, el Pariaqaqa se cubrió con un manto de nubes y nos regalo una granizada de corta duración. Al mirarlo sentí una tristeza porque al día siguiente teníamos que regresar a Lima, pero con la promesa de regresar.
El lunes 30, levantamos nuestro campamento y regresamos a Lima, no sin antes ver a las Alpacas con sus miradas curiosas que nos observaban, más adelante las vacas adornadas con cintas y pompas de colores y además tenía colgados regalos como frutas ¡muy guapas!, las ovejas Junín, truchas en los riachuelos, patitos salvajes. También pudimos avistar la Puya de Raymondi en pleno florecimiento. A 20 minutos de Canchayllo se puede visitar el bosque de Puyas. También vimos la Calavera del Inca, una formación rocosa que tiene la forma del perfil de una persona.
Nuestro chofer también tuvo su propia aventura, al no poder acompañarnos a acampar aprovecho para visitar el criadero de truchas más cercano. Tuvo la gran oportunidad de salir en bote por la Laguna Carhuacocha y participar de las actividades cotidianas.
Los integrantes de esta expedición estamos muy agradecidos por todo el apoyo del equipo de la Reserva Paisajística Nor Yauyos y Cochas, sin duda esperamos regresar muy pronto a seguir conociendo y disfrutando de este lugar tan hermoso de gente noble. No hay excusas ¡¡es cercano a Lima!!.
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Marlene Manrique
marle_mp@yahoo.com
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