Mi nombre es Yasunori Helen Rodríguez Sánchez nacida en Lima–Perú, egresada de la Universidad Ricardo Palma en la carrera de Turismo, Hotelería y Gastronomía, trabajé como guardaparque voluntaria en el área de turismo en la Reserva Paisajística Nor-Yauyos Cochas durante los meses de enero y fines de marzo del 2013, el voluntariado lo realicé en diferentes puestos de control del área natural protegida, no dudando que a los inicios fue un poco difícil adaptarme al clima, pero conforme pasó el tiempo no tuve mayor problema con las alturas de esta hermosa reserva.
Mi principal labor dentro de la reserva era visitar y elaborar un directorio de sus establecimientos de alojamiento y alimentación con el fin de diagnosticar sus debilidades y de brindar recomendaciones para mejorar la calidad de los servicios de dichos establecimientos, como también realizar capacitaciones personalizadas a propietarios de los establecimientos de alojamiento y de alimentación de los diferentes distritos, como Alis y Vilca, además, de las coordinaciones con los alcaldes de los distritos de Huancaya y Vitis para la elaboración de dos dípticos de información turística (con circuitos turísticos) que se repartieron como guía en Semana Santa.
! Inolvidable experiencia ¡
Desde el primer día me conecté con los diversos paisajes que ofrece la naturaleza de esta reserva, ya que transmite tranquilidad y mucha paz. Al llegar, permanecí durante un mes en el puesto del distrito de Alis con otra voluntaria, Yrina Espinoza Frías, con la que pasé muy bonitas experiencias y de las cuales aprendí mucho de ella, ya que estudia biología y me enseñó mucho acerca de diversos temas como plantas medicinales, aves, etc. Además, la considero una persona muy adorable, educada, apasionada por su carrera, con la que establecí lazos de una hermosa amistad, también conocí al guardaparque Raúl Crispín, que está a cargo del puesto de control en el distrito de Alis, gran apoyo y que decir de su familia, las cuales son muy respetuosas y amables, del mismo modo tuve la oportunidad de convivir con dos especialistas. La bióloga María Romero y la antropóloga Mila Jorge Juan de Dios, con las que aprendí mucho sobre diversos temas y lo principal que hubo mucho compañerismo, humildad y honestidad.
Luego me rotaron a otro puesto de control ubicado en el distrito de Huancaya, cuya experiencia satisfactoria me dio la oportunidad de brindar información turística en español e inglés, complementándose así con mi participación en las reuniones de la comunidad cuyo aporte mío fue una exposición de las prestaciones y reglamentación del turismo en el ámbito. Abimael Obispo y Jacinto Jiménez encargados del puesto de control de Huancaya me animaron a acompañarlos y ser partícipe de sus patrullajes especiales en compañía de las voluntarias Edelmira y Guillermo.
En el voluntariado todos los días fueron inolvidables y especiales para mí, sobre todo cuando fuimos a una reunión que se realizó en el distrito de Canchayllo en la región Junín en el mes de febrero, al momento de retornar de la reunión, nos fuimos en dos camionetas con algunos de los guardaparques, en el transcurso se cruzó un zorro que para alguno de los guardarparques, cuya creencia de mala suerte y sin presagiarlo, al poco tiempo, uno de las camionetas comenzó a malograrse y tuvo que quedarse varada en el camino, un grupo de compañeros se trasladó a la otra camioneta y quedamos once personas y cuando seguíamos en la carretera (a casi 2 kilómetros aproximadamente de huancaya), había ocurrido un huayco que dificultó el pase de la camioneta, todos tuvimos que caminar hacia nuestro destino final, que era Huancaya, aproximándose la medianoche, estábamos con barro y agua ocasionados por las lluvias y los deslizamientos de lodo, aventura que fue muy especial para mí y para mis compañeros, puesto que comenzaron a contar leyendas acerca de sirenas. Todos caminamos muy emocionadas y con mucho frío.
Agradezco mucho la gran oportunidad de este voluntariado que me permitió encontrarme con diversas personas que me brindaron apoyo durante mi permanencia; Asimismo recomiendo tener este tipo de experiencias como voluntarios ya que te permite ayudar, aprender y conocer lo hermoso de la naturaleza y de las personas que nunca en tu vida pensabas conocer. La experiencia fue tan enriquecedora que, agradezco por dejarme vivir esta experiencia.
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