OPCIÓN 1: Oportunidad a la vista – La tomas – Vives algo nuevo - APRENDES
OPCIÓN 2: Oportunidad a la vista – La dejas – Todo sigue igual en tu vida – STATUS QUO.
¿Otras razones? Simple, tomarlo como un desafío impuesto por uno mismo donde dejas el confort de tu casa por un periodo de tiempo para encontrarte en diferentes circunstancias a las habituales. Te adaptas a nuevos lugares, climas, costumbres, formas de pensar, aprendes, compartes, enseñas y, sobre todo creces como profesional y como persona.
Así empezó mi voluntariado en la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, donde tuve la oportunidad de conocer pueblos como; Tanta, Canchayllo, Alis, Vitis, Tinco Alis, Laraos, Tin Tin y Huantá, lástima que no pude conocer más. Cada uno con una singular belleza dispuesta a ser conocida, aunque a veces el camino se muestre tortuoso y desafiante vale la pena llegar hasta al más lejano de ellos.
El lugar donde me instalé fue en el puesto de control de Pachacayo. Ahí conviví con los guardaparques Wilboor, Alan, José y la voluntaria Milagros. Me sentí cómoda rápidamente así como parte del grupo. Todos traían consigo una mochila cargada de experiencias que fuimos compartiendo con el pasar de lo días y las noches sin TV; la cual no extrañé para nada porque su vacío fue llenado con leyendas de Apus, puquiales, cerros mágicos y pagos a la tierra que aprendí a hacer con mucho respeto a la naturaleza. También pasaron por ahí más voluntarios de otras especialidades, lo cual enriqueció aún más mi aprendizaje y me ayudó a visualizar las circunstancias desde otras perspectivas.
Luego me fui involucrando cada vez más con mi carrera y la comunidad de Canchayllo, participé en la elaboración de un Programa de actividades turísticas por Semana Santa. El objetivo era mantener las costumbres locales incorporando una serie de actividades extras para que el turista tenga la posibilidad de elegir y disfrutar de su estadía. Se realizó un modesto concurso de comida típica, artesanía y danzas, también hubo un poco de adrenalina con el Rappel o descenso en el Cañón de Shutjo dónde hasta el presidente de la Comunidad se animó a bajar.
Como cierre de actividades se realizó una exhibición de canotaje. ¡La cual no se realizaba desde 1998! para finalmente terminar con un almuerzo de confraternidad para todo el pueblo con el típico cordero al palo.
A pesar de lo buena que fue la experiencia, me queda un sabor agrio al darme cuenta que las provincias del Perú están un poco estancadas y necesitan de profesionales que ayuden para el progreso, SOLO SI estas así lo quieren. Cito un párrafo de la obra ¨Paisajes peruanos¨ de José de la Riva- Agüero en la que relata su viaje a lomo de mula por la sierra peruana:
¨Penetremos en alguna de las típicas poblaciones serranas. Está oculta en el repecho de una quebrada repuesta, con riachuelos cascajosos, huaycos floridos y potreros que declinan en lomadas y andenes; cercada por el verde vivo de los cebadales y los alfalfares, y el verde plata de los quishuares, los magueyes y los recientes alcanfores”
Es capital de distrito y tal vez de provincia, aunque no lo parezca por la ruindad y sordidez de su caserío. Las más de las viviendas blanqueadas de cal; otras presentan al desnudo sus adobes parduscos, a veces de color ocre y como dorado; y nunca falta un buen número de las destechadas y arruinadas. Al lado de las tejas y las coberturas de paja, se elevan las horrendas planchas de calamina, que son el signo de la renovación y el progreso.
¿Por qué me suenan tan familiares estas palabras si fueron escritas entre los años 1916- 1917?
Esta debe ser otra razón por la cuales hacer un voluntariado. Compartir aquello que tuvimos el privilegio de aprender en una Universidad y que algunas personas en nuestro país aún no tienen. Si alguien quiere ver cambios tiene que ser parte de él.
¿Idealista? Tal vez… lo trascendental es que a alguien le importe.
Escrita por: Magaly Portales – Egresada de Adm. de Turismo UNFV
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